Allá por el mes de Octubre del año 1973, recuerdo que mi hermana Maribel y yo íbamos a parvulitos del Colegio San Agustín, éramos como dos gemelos aunque ella tuviera un año más que yo. Tan solo llevábamos un mes y medio de colegio cuando llamaron a mi madre (mi padre evidentemente estaba en la mar buscando nuestro sustento) para comunicarle que mi hermana no tenía la suficiente capacidad intelectual como para estar en ese colegio.
Mi madre solicitó a la dirección del centro que la niña permaneciera allí hasta que hiciera la comunión y accedieron a la petición, por lo visto para el clero estos Ángeles no podían formar parte de la iglesia, o sea que no querían que hiciera la comunión, que incongruencia no creo que existan almas mas puras y limpias que la de estos Ángeles.
Dia de mi primera comunión de la mano de mi hermana Maribel. en la recordatoria se puede apreciar que estaba realizada en la imprenta Perezpator la que estaba en la calle larga debajo de donde viviamos |
Ya mi madre venia atisbando síntomas en la niña después de una enfermedad que tuvo con añito y medio, pero fue en aquel momento cuando se dio cuenta realmente que su hija era un Ángel, desde entonces es la persona más especial de mi familia. A mi particularmente me costo mucho trabajo comprender (con tan solo seis años ) por que mi hermana Maribel dejo de venir conmigo al colegio de la mano, creo que por eso he tenido siempre una relación tan especial con mi hermana Maribel, a ella le debo mi apodo (keke) dice mi madre que cuando yo lloraba de pequeñito en la cuna ella decía “mama que el keke llora, que el keke llora cojéelo que el keke llora” los recuerdos de la infancia marcan toda tu vida y deber ser cierto, también hice mi primera comunión de su mano, a partir de entonces ingresó en Afanas.
Por aquel entonces, a mi madre le hablaron de AFANAS (entonces no era lo que es hoy) era un centro para niños con discapacidad intelectual, con muy pocos recursos situado en la calle Larga donde una serie de personas, con mas voluntad que otra cosa, elevaron al grado superlativo las palabras que dijera aquel revolucionario llamado Jesús de Nazaret que nació en el primer año de nuestra era “AMA AL PROJIMO COMO A TI MISMO”.
Alumnos con sus profesores en el centro Mercedes Carbó en sus comienzos situado en la calle Larga |
De izquierda a derecha Mati Rosello directora actual del colegio, Pili Varo cuidadora ya jubilada y Luisa Garcia profesora actual del colegio |
Por aquel entonces, a mi madre le hablaron de AFANAS (entonces no era lo que es hoy) era un centro para niños con discapacidad intelectual, con muy pocos recursos situado en la calle Larga donde una serie de personas, con mas voluntad que otra cosa, elevaron al grado superlativo las palabras que dijera aquel revolucionario llamado Jesús de Nazaret que nació en el primer año de nuestra era “AMA AL PROJIMO COMO A TI MISMO”.
Mari Trini e Inés con algunos niños se puede observar en la fotografia que eran como una familia |
Estas personas con todo el amor del mundo llevaron a cabo una labor encomiable: Mercedes Carbó que mentalizo a la sociedad en el programa un millón para el mejor, Antonia Caparrini, Juan Roselló, Andrés Jiménez, Rafael Fernández, Don Jose Luis Osborne que aporto a instancias del desaparecido cura de San Marcos (Padre Ramón), Manolo Delgado y Antonio Ojeda el dinero para construir el centro de la calle larga, la actual presidenta Antonia García Morales y otra serie de personas anónimas de las que no tengo conocimiento.
De izquierda a derecha Manolo Delgado, Antonio Ojeda y Mercedes Carbó |
Recepción a Mercedes Carbó la recibe Manolo Delgado que le esta besando la mano a la izquierda de la fotografia el padre Ramón que fuera parroco de la iglesia de San Marcos |
Comienzos de la granja, aqui empezó a fraguarse lo que hoy en dia es una realidad la integración tanto social como laboral de todas estas personas en nuestra sociedad. |
Recuerdo con mucho cariño la cara de estos niños cuando íbamos a cantar con las comparsas al centro de la calle Larga, para ellos era un día de fiesta. Era mi humilde aportación a la causa, repito lo recuerdo con mucho cariño y con solo catorce años me aportaba la satisfacción del deber cumplido. Don Luis siempre agradecía nuestra participación con algún obsequio un bolígrafo, una pluma, cualquier cosa nos hacia ilusión, a nosotros también por que éramos niños, pero lo mas importante era la satisfacción de cantarles a ellos y verles esa cara de felicidad.
De izquierda a derecha José Bellido, Luis Benvenuty, Inés, Teo y Manoli Olea |
De todos estos Ángeles algunos ya no revolotean entre nosotros “físicamente digo” por que espiritualmente seguro que están, sus recuerdos son imborrables, para tantas personas que hemos conseguido amarlos y aceptarlos como son, no como nos hubiera gustado que fueran, no creo que exista en el mundo nada mas bonito que ser siempre un niño, su inocencia, su bondad y el amor que te dan sin pedirte nada a cambio si acaso una sonrisa.
Principios de Afanas en las bodegas Terry años 70, a la derecha el desparecido padre Ramón junto con los niños que conformaban Afanas en aquella epoca, muchos aún sigen en el centro |
Seguramente tanto mi familia como yo, no tengamos suficientes tiempo en esta vida para agradecer no solo a Don Luis Benvenuty, si no a todas y cada una de las personas que desde que comenzara este proyecto que hoy es AFANAS EL PUERTO Y BAHIA han colaborado de alguna manera para que sea lo que es. Entre ellos trabajadores, asociación etc. Gracias por cuidar cada día de estos Ángeles, por conseguir que se integren en la sociedad, por ser capaces de hacerlos felices, por tantas y tantas cosas, que podría escribir un libro solo de vuestra labor. Entre estos Ángeles esta mi hermana Maribel, aunque ya apenas ve, se que siempre tendrá un lazarillo que ilumine su camino,
Luis Benvenuty en su despacho en la calle Larga finales de los años 70 |
aunque a veces me pregunto si necesitará un Ángel
la vista para algo, si puedo asegurar con toda certeza
que ellos ven con el Corazón.
Por otra parte tengo que agradecerle a mi hermana Maribel, que gracias a ella mi madre mantiene encendida la llama de la fuerza y la vitalidad que siempre la ha caracterizado como mujer luchadora e incansable, de no ser así no se que hubiera pasado, después de los acontecimientos acaecidos en mi familia en los últimos años, estoy seguro que a mi madre la vida nunca la ha tratado como se merece pero se puede sentir muy orgullosa por haber dedicado su vida a cuidar del Ángel de su casa, uno de los Ángeles de Benvenuty. Espero que el dia que mi madre ya no esté entre nosotros, Dios me de fuerzas para poder cuidar de ese Ángel que El un dia nos regaló.
Agradecer a Luis Benvenuty toda la documentación gráfica que me ha aportado para poder realizar este humilde artículo.